Sencillez y sin vueltas

La semana pasada visité La Paz y, a modo de distraerme, se me ocurrió hacer un mini sondeo de opinión basado en cada conductor de taxi que me llevaba de un lugar a otro.
Dos de ellos me dijeron que van a votar por el MAS, uno por el MSM, uno en blanco, uno por cualquiera menos por el MAS, y al final del día, apareció uno que me dijo que optará por Unidad Demócrata. 

Sus razones: los que dijeron que eligen al MAS consideran que su voto es una forma de "luchar contra la discriminación y porque se identifican con el candidato a presidente", el que eligió MSM dijo que "le gustó la gestión de Juan del Granado cuando fue alcalde", el que eligió en blanco es porque "le da lo mismo quien gane, todos mienten", el que dijo cualquiera menos el MAS es porque "ve mucha mentira, persecución y corrupción" y, finalmente, el que escogió Unidad Demócrata, dijo que su voto es ese, porque "Samuel siempre anda ahí en todas las elecciones y ya da pena. Además, no parece tan mentiroso". 

Fue una divertida tarea, y me parece oportuno apuntar que el que va a votar por el principal partido opositor no tuvo un argumento contundente para sustentar su opinión.
Por eso, urge que planteen un discurso más concreto, sin complejos, que sea de fácil asimilación y, por supuesto, que suponga una crítica a elementos claves en los que el gobierno ha errado, pero siempre acompañado de propuesta, porque hay que votar por alguien no contra alguien; es necesario que el elector se identifique con una causa, como de alguna forma hicieron los otros.

El picoteo discursivo, a mi parecer, no es rentable, pues sugiere tibieza y disipa la energía que podría usarse para los temas verdaderamente relevantes, esos que tocan la fibra sensible de cualquier ciudadano, como la inseguridad, el narcotráfico, la educación, la salud, la corrupción y la eterna crisis en la justicia. Los actores políticos deben aprender a transmitir sus ideas de forma clara y sencilla, crear una causa coherente y creíble que invite a la gente a sumarse a ella. Hay tiempo para que esto se ponga interesante y haya un parlamento equilibrado que garantice el debate constante y el respeto a las minorías, pilares fundamentales en una democracia.