Días antes de terminar el año
2014, el papa Francisco sorprendió a los cardenales y altos cargos -quizá no
tanto a sus seguidores-, con un discurso navideño en el que, en menos de media
hora, habló sobre las enfermedades que a su juicio padece la curia, que como
todo cuerpo, está expuesto a enfermedades, señaló.