Visitantes

February 26, 2014

Santa Cruz de la libertad

Luchó contra lo que parecía indomable adversidad, pero pudo más el corazón y la bautizó con el santo nombre de su madre. Valiente extremeño, que hizo caso a la corazonada de una misión encomendada.



Aunque solo había bravos montes vírgenes, él veía en ellos lo que nadie: pasión, porvenir, riqueza. Cual el Eneas de Virgilio, que ignoró el goce de cómodos placeres y a la encrespada reina enamorada, ya que sabía que algo más grande le esperaba.

Abierta la brecha, muchos hombres se mezclaron, amaron y crearon. Nacieron las diferencias; a unos se les llama héroes, a otros cobardes, y otros han pasado desapercibidos como esos pasajeros sures de agosto. 

Pero nadie discute lo impagable, que es correr por las calles de tu corazón y tus cálidas llanuras. Allí muchos conocen al primer amor, allí la lluvia y el sol limpian tristezas, allí florece ese verde esperanza, que es también identidad. 

En la dulce melodía de tus noches, duermen las princesas que decoran tu abundancia; que tu espesa selva les guarde su pureza, que las libren de los vicios y desmesuras, que llevan consigo los que tienen una idea errada del progreso.

Tu sol y su bravura, llevo impresos en la piel, sobre todo en el corazón. Me gusta cantar al amor, al respeto y la justicia. Ya que así se me permite, así se me exige. Pues, sos vos quien me habla de libertad con indómitos turbiones y con animales que gozan de tus montes sin conocer frontera alguna.

Y no estoy solo, somos millones, propios y extraños los que de tus entrañas se alimentan. Cuna misterios y leyendas, que has parido tristezas y alegrías; vicios y virtudes; valientes y cobardes. Sos santa entre santas, pura entre puras, útil entre útiles.

Mi ayer, mi hoy, mi mañana. Santa Cruz de la alegría, Santa Cruz de la esperanza, Santa Cruz de la libertad.

No comments:

Post a Comment